Pocos son aquellos a quienes no les gusta la sensación de despertarse por la mañana e ir a la cocina a preparar un delicioso café. Oler ese aroma único y saborear una taza de nuestro café favorito mientras miramos por la ventana de un día lluvioso. Es reconfortante. Por esta experiencia tan satisfactoria que nos aporta vamos a adentrarnos un poco más en lo que puede llegar a aportarnos su consumo.
En un estudio que se realizó en Valencia en 1994, (por parte del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante y la Universidad Miguel Hernández de Alicante, entre otros) a partir de un grupo de 1567 participantes con edad superior a 20, se hizo un seguimiento a lo largo de 18 años en relación al efecto que ejercía el consumo de 1 a 3 tazas de café el día y se llegó a la conclusión de que el consumo de café estaba asociado a una reducción del 27% en mortalidad por cualquier causa y el consumo de más de una taza al día, sobretodo con cafeína, en un 44%. Una reducción del 57% en la mortalidad por cáncer y el consumo de 3-4 tazas de café al día se asoció con una menor mortalidad por enfermedad cardiovascular.
Como hemos visto pese a la opinión de algunas personas que creen que el café puede ser perjudicial, son muchos los beneficios que están relacionados con su consumo y aparte de lo mencionado, encontramos que el café está asociado con:
- Menor riesgo de padecer diabetes tipo II (disminuye la glucemia en un 5%)
- Menor riesgo de obesidad (tiene impacto en la disminución del apetito)
- Menor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer (hepatocarcinoma)
- Menor riesgo de padecer Parkinson, Alzheimer, gota y piedras en el riñón
- Menor riesgo de enfermedades hepáticas.
- Disminuye los niveles de cortisol en un 30% (en dosis adecuadas) pese a que se podría pensar todo lo contrario debido a los efectos que ejerce sobre el sistema nervioso.
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