Una buena alimentación a lo largo del día es importante para mantener un buen estado de salud, sin embargo, el desayuno es la comida más importante para lograr un buen rendimiento intelectual y laboral. Es positivo estimular a los trabajadores a que inicien la jornada con el desayuno adecuado y, de ser necesario, disponer en el lugar de trabajo un espacio para este propósito.
El desayuno debe de suponer entre el 20 y el 25% de las
calorías ingeridas a lo largo del día. Para que sea equilibrado, deben estar
representados como mínimo de los siguientes grupos de alimentos: lácteos
(leche, yogur, queso, etc.), cereales (pan, tostadas, galletas, etc.) y frutas.